La Vía Láctea tiene más de 13 mil millones de años y, en ese tiempo, aparentemente ha tenido más de un núcleo galáctico. Al menos, eso es lo que sugiere un nuevo estudio. El estudio en cuestión fue publicado en The Astrophysical Journal y muestra el antiguo núcleo de la Vía Láctea de 12.500 millones de años.
Este núcleo, dicen los investigadores, se ha observado antes en estudios anteriores. Sin embargo, esta es la primera vez que se ha esbozado y desarrollado con tanto detalle. Los investigadores dicen que pudieron unir todo tan bien debido a la metalicidad de las estrellas. Esta es esencialmente la composición química y los movimientos que las estrellas tienen en común.
Al observar esta información, los investigadores pudieron determinar qué estrellas están más unidas entre sí, lo que les dio una buena visión general del núcleo de la antigua Vía Láctea. Pero, debido a que las estrellas alcanzan el límite de su capacidad para fusionar núcleos atómicos y morir, tiene sentido que el núcleo de nuestra galaxia haya cambiado con el tiempo.
Debido a que las primeras estrellas estaban compuestas principalmente de hidrógeno y helio, este antiguo núcleo de la Vía Láctea fue fácil de delinear porque no contenía los muchos metales que contenían las estrellas posteriores. Por lo tanto, cuando encuentra un grupo de estrellas con una metalicidad similar, tiene sentido concluir que son de una población similar o incluso de una formación.
Entonces, cuando los investigadores observaron esta área de la galaxia utilizando el observatorio espacial Gaia de la ESA, identificaron más de dos millones de estrellas cuya metalicidad sugiere que estaban presentes antes de que el borde de la Vía Láctea se expandiera y se llenara de estrellas. Luego, los investigadores comenzaron a llamar al núcleo antiguo de la Vía Láctea el “pobre viejo corazón” de la Vía Láctea porque son pobres en metales y muy viejos.
También se encuentran coincidentemente en el corazón de nuestra galaxia, lo que hace posible que los remanentes sean el resto de las protogalaxias de la infancia de nuestra galaxia. Estas “semillas” o estrellas no eran galaxias en sí mismas, sino las semillas que luego se agruparían para formar nuestra galaxia, la Vía Láctea, que luego crecería a medida que las galaxias se fusionaran aún más.
