¿Duermes en macizos de flores? Observa a los osos de verano.

Cuanto más estudiaba Gregus a los osos, más aprendía de sus personalidades. Estaba el persistente cachorro al que llamó Hércules. Perdió una pierna pero logró sobrevivir sus dos primeros veranos. Una hembra enorme, Wanda, parecía ser temida por otros osos, pero pasaba sus días haciendo estiramientos de yoga en las algas. Otra hembra, Wilma, parecía estar tan cómoda con Gregus que amamantaba a sus cachorros, Pebbles y Bamm-Bamm, lo suficientemente cerca para que él escuchara su ronroneo. Gregus también fue testigo de comportamientos que rara vez había visto antes, como osos que pastan en las plantas y cazan polluelos de golondrina de mar persiguiéndolos hacia las olas. Por ahora, acciones como estas pueden estar ayudando a esta población de osos polares a sobrellevar los efectos.

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